La dureza del agua se debe principalmente a la presencia de iones de calcio y magnesio. Además, otros tipos de iones como el hierro, el zinc y el manganeso también contribuyen a la presencia de la dureza total. Es fundamental controlar la dureza a fin de prevenir las incrustaciones en las tuberías de las instalaciones. Los kits para la dureza HANNA ofrecen una amplia gama de posibilidades que cubren todos los rangos de dureza del agua tanto blanda (desde 0 a 70 mg/L) como muy dura (más de 420 mg/L).