En general, las aguas naturales no contienen más de 1 mg/L (ppm) de hierro, pero a causa de las descargas industriales, los niveles pueden ser mucho más altos. Su presencia puede también ser un indicador de corrosión en las instalaciones industriales. El hierro en el agua no es peligroso, sin embargo ensucia y da un sabor desagradable al agua potable. El kit HANNA determina la concentración de hierro total proveniente tanto de la forma ferrosa (Fe2+) como férrica (Fe3+).