Este simple aparato permite verificar de modo verdaderamente simple la ley de Lenz. Introduciendo en el anillo entero un imán lineal, el anillo es empujado, mientras que durante la extracción del imán, demostrando el hecho que las corrientes inducidas tienen siempre un sentido, de oponerse a la causa que las ha generado. La misma causa no sucede con el anillo cortado.