El Manganeso está presente en las aguas naturales y en varias sales y minerales a menudo asociadas con los compuestos de Hierro. Las sales de Manganeso se usan como aditivos fertilizantes, en aleaciones ferrosas (fabricación de acero) y en aleaciones no ferrosas, ya que mejora su dureza y su resistencia a la corrosión. El manganeso no es peligroso ni para el ser humano ni para la vida acuática, ya que va ingerido en los alimentos y en el agua en pequeñas cantidades. Si se presenta en altas concentraciones, provoca manchas muy resistentes a los lavados y altera el sabor y el olor del agua potable. Por lo general, el manganeso se encuentra presente en los vertidos industriales.